La industria que viene. Izan zirelako, gara; garelako, izango dira

El pasado

Porque fueron, somos. Porque somos, serán. Este proverbio me encanta. En los últimos meses me ha servido como hilo conductor para explicar  en Egipto, en Perú, en Ecuador y en Colombia entre otros lugares cómo ha ido evolucionando la industria vasca desde el siglo XVIII hasta hoy.
 
Confieso que siento un cosquilleo de orgullo mientras repaso la industria siderúrgica del XIX, las medidas que permitieron a Euskadi remontar la terrible crisis de los 80, la construcción de los parques tecnológicos vascos, el compromiso vasco por la innovación, el nacimiento de los grandes grupos empresariales, los clusters,  los Centros de Investigación Cooperativa, los BERCs, la fusión de Tecnalia y, en definitiva, todas esas piezas que poco a poco han ido construyendo lo que somos hoy. Casi como si fuera un poquito mío, aunque mientras se cocían muchas de estas grandes decisiones yo todavía llevaba dos coletas y todas las noches Casimiro me mandaba a la cama. (1)  Me gusta contar esta historia, es una historia bonita.
 
El presente
 
Hoy miramos alrededor y resulta que la situación de la industria vasca en 2013 no es una historia tan bonita. Los principales sectores, los que tienen más peso sobre el Producto Interior Bruto acaban de darnos un buen susto con unas tasas de crecimiento interanual del Índice de Producción Industrial que muestran unas caídas de hasta el 22% a noviembre de 2012.
 
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Eustat (2).
 
En general sufrimos una descapitalización del valor tecnológico alto en nuestra estructura industrial, tanto en términos de su peso sobre el VAB como en su compromiso de gasto en I+D. Necesitamos apostar por la industria de alto valor añadido y, en general, incrementar  el contenido tecnológico del conjunto:
                                        Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Eustat (2).
 
 
Una consecuencia lógica de tener una estructura industrial que no despega en cuanto a contenido tecnológico alto es que nuestras exportaciones de nivel tecnológico alto tampoco despegan, lo que afecta directamente a nuestra competitividad. Lo que podéis ver en el siguiente gráfico es el peso porcentual por contenido tecnológico sobre el total de nuestras exportaciones:
 
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Eustat.
 
 
Y ligada muy estrechamente a estas debilidades surge la siguiente: necesitamos incrementar el número de empresas industriales de nivel tecnológico alto, en general, y especialmente en el caso de las PYMEs:
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Eustat.
 
 
 
El futuro
 
Lo malo de arrojar gráficos y datos de esta manera es que uno los ve y se le caen las orejitas hasta el suelo, como al Conejo de la Suerte. ¿Y ahora qué?.
Hay un par de claves que me parecen especialmente interesantes y que podrían servir para transformar nuestra industria vasca y ayudarla a avanzar.
 
CLAVE. Desarrollo Tecnológico.
 
Si cogemos algunos de los países más competitivos a nivel mundial y analizamos la distribución de su gasto en I+D+i, encontramos un interesante equilibrio que se decanta hacia las actividades de desarrollo tecnológico.
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de OECD (3)
 
Esta relación país competitivo-foco en desarrollo tecnológico es bastante lógica. Las industrias competitivas son las que tienen una cuota de mercado por encima de la media, es decir, las que venden más, las que disponen de procesos y de productos más atractivos. Y los procesos y los productos atractivos e innovadores son normalmente resultado de desarrollos tecnológicos provenientes de actividades de investigación previas. Más desarrollo tecnológico, más resultados, más competitividad.
 
¿Cómo funciona este esquema en Euskadi?
Fuente: elaboración propia a partir de los datos de Eustat
 
Tanto en empresas, como en administración pública y enseñanza superior, el foco en Euskadi está centrado en la investigación aplicada. Curiosamente (o no tanto) si investigamos un poco más dentro del grupo de empresas, las manufactureras con nivel tecnológico elevado rompen esta dinámica y se acercan más al desarrollo tecnológico. El propio mercado las está llevando ahí. Se me ocurre que los demás (centros tecnológicos y universidades principalmente) deberíamos acompañarles aún más en esta tendencia y volcar nuestros esfuerzos en que el conocimiento y la tecnología se conviertan en resultados que se puedan comercializar, que se puedan exportar y que aporten valor añadido. 
 
Os recomiendo un artículo fabuloso de Stephan Theil (4) que habla de cómo Alemania ha desarrollado un eficiente sistema de transferencia de tecnología desde los laboratorios de investigación hasta las plantas de producción: “De la universidad a la industria, el éxito alemán”. Este artículo contiene afirmaciones tan interesantes como esta: “una de las razones principales del éxito alemán reside en que la nación ha sabido canalizar sus logros en investigación para escalar en la carrera tecnológica, centrándose en la obtención de productos y procesos difíciles de copiar o de abaratar con salarios bajos”.
 
CLAVE. Manufacturing.
 
Hay una frase muy graciosa que dice que cuando copias a uno es plagio y cuando copias a muchos es investigación.  Ver qué está pasando en las industrias de otros países, analizarlo y extrapolar las lecciones que se ajusten a nuestra realidad es una práctica interesante de la que podemos aprender mucho.
 
Por ejemplo, además de un eficaz sistema de transferencia a la industria, Alemania tiene una industria que pivota en gran medida sobre sectores industriales con nivel tecnológico alto (automoción, química, aparatos ópticos) todos ellos articulados en torno a empresas de buen tamaño orientadas al mercado global. Además, durante la época de vacas gordas aprovechó para invertir en equipamientos y tecnologías lo que le ha dotado de una capacidad de resistencia ante la crisis mayor que otros países, como España. Esta estructura le ha permitido entre otras cosas mantener una parte importante de su producción dentro del país y con ella, los puestos de trabajo asociados.
 
Alemania no es la única que se plantea conservar la producción dentro de su territorio. Estados Unidos está viviendo un importante “regreso a casa” provocado entre otras cosas por el incremento de los costes laborales en los países emergentes, el incremento de los costes del transporte y de los combustibles, la caída de los precios del gas natural en el país y la necesidad de llegar antes a sus clientes y responder a sus necesidades de una forma más ágil. La administración Obama se está planteando premiar a las empresas que traigan de vuelta al país sus centros de producción con descuentos de hasta el 20% en sus impuestos. Ayuda mucho también que países como China estén cambiando su modelo productivo y empiecen a eliminar los subsidios y las ventajas fiscales para atraer inversión extranjera (ésta ha caído el 3,7% en China durante el año 2012). Como muestra, un botón: Tim Cook, Ceo de Apple anunció hace unos meses que en breve trasladarán algunas líneas de producción de su Mac de nuevo a territorio norteamericano. (5) 
 
Es el momento de usar todo ese conocimiento y esa tecnología que llevamos años sembrando en Euskadi y ponerla al servicio de la industria vasca. Cada vez más se pone en marcha un proceso de intensificación del uso de los recursos basados en el conocimiento por parte del tejido productivo y de la transformación de su especialización. Este proceso se refleja en el aumento del porcentaje de trabajadores en ocupaciones altamente cualificadas. El último informe BBVA-IVIE (6) nos lo dice de forma clara: “el uso de los factores ligados al conocimiento está mejorando la productividad de las empresas en plena crisis
 
¿Por qué es importante reindustrializar Euskadi?
 
  • §  Porque los países con mayor nivel de desarrollo son precisamente aquellos que tienen una base industrial más sólida
  • §  Porque sin una base industrial fuerte muchos servicios no van a poder sobrevivir (servicios financieros y comerciales, servicios de transporte, servicios de consultoría, de ingeniería, de diseño…)
  • §  Porque el nuevo concepto de empresas industriales manufactureras empoderan a las PYMEs y pequeños emprendedores que pueden ofrecer valor añadido para abaratar el lanzamiento de nuevos productos (impresoras 3D, tecnologías de digitalización de manufacturas…).

Y para finalizar, si has llegado leyendo hasta aquí claramente te mereces un premio 🙂 En relación a este último punto, cada vez hay más comunidades que ofrecen en línea servicios de producción de este estilo en un movimiento que The Economist ha bautizado como Social Manufacturing. El artículo en el que acuñan este término revela una serie de claves para la reindustrialización de los países desarrollados que merece la pena tener en cuenta. Ahí va el premio: http://www.economist.com/node/21552901
Para saber más:
 
(1) Si quieres saber quién era Casimiro: http://www.youtube.com/watch?v=wbfQ71hMr_k
(2) Si quieres consultar las estadísticas de Eustat: http://www.eustat.es/idioma_c/indice.html#axzz2Ip061rOg
(3) Si quieres consultar las bases de datos de OECD: http://stats.oecd.org/
(4) Si quieres leer el artículo de Stephan Theil: “De la Universidad a la Industria: el éxito alemán”. Publicado en Investigación y Ciencia (Diciembre 2012), hay un avance aquí: http://www.investigacionyciencia.es/investigacion-y-ciencia/numeros/2012/12/de-la-universidad-a-la-industria-el-xito-alemn-10655
(5) Si quieres ver y escuchar la entrevista completa a Tim Cook, puedes hacerlo aquí: http://video.msnbc.msn.com/rock-center/50112247#50112247
(6) Si quieres consultar el informe BBVA – IVIE 2012 sobre Crecimiento y Competitividad puedes descargarlo de aquí: http://www.fbbva.es/TLFU/dat/Informe%202012_FBBVA_Ivie.pdf
 

8 comentarios sobre “La industria que viene. Izan zirelako, gara; garelako, izango dira

  1. Social Manufactoring, muy interesante para reindustrializar zonas deprimidas de las ciudades que necesitan resurgir como entorno productivo + profesional-colaborador + personal (familia-ocio), a tener en cuenta para crear los barrios del futuro….»cercano».rub.-

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  2. Qué ven mis ojos? Chicos? Pequeñuelos ? Jajaja … Pues sí, ya entonces era bastante cabezota y no había forma de que me fuera a la cama si antes no me dejaban ver a Casimiro 😉

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  3. Eva:Ante un problema, nos cuesta mucho trabajo no ir directamente a los QUE´s (lo que hay que hacer). Parece una verdad de sentido común que reindustrializar con actividades de alto valor añadido soportado en el desarrollo tecnológico, debería permitirnos ser más competitivos, exportar más y generar más empleo. Sin duda es una propuesta de sentido común.Es tan de sentido común que a estas alturas y más en un país como Euskadi, con un alto compromiso y apoyo a las actividades y agentes de I+D+i desde hace años, no debería ser necesario promoverlo.Pero lo cierto es que hay una gran distancia entre los recursos dedicados a I+D+i y la cultura innovadora de nuestras organizaciones.Creo que ahora es más necesario que nunca centrarse en los COMO´s. Cómo lo hacemos. Y ello implica hablar de cultura innovadora (en la empresa, en la sociedad, en la escuela) y todos los elementos asociados (creatividad, ideas, motivación, participación, compromiso, libertad). Hay que empezar por predicar (con el ejemplo) la innovación organizacional, la gestión de intangibles, la inteligencia colectiva, la democracia organizacional. Con ello conseguiremos que las personas den lo mejor de sí, que cada decisión sea tomada por la persona más adecuada y que la implicación se refuerce. A partir de este punto, podemos dedicar recursos al desarrollo tecnológico, a los departamentos de I+D y a las metodologías de trabajo. Todo esto ya está científicamente demostrado (Daniel Pink), por consiguiente no hay riesgo técnico. Es una cuestión de voluntad y valores.

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  4. Luis:Gracias por tu comentario. Efectivamente ambas cosas son importantes: los qués y los cómos. Para saber cuál es el instrumento más adecuado para llegar a un fin primero hay que tener bien definida la estrategia (qué objetivos tenemos, qué queremos hacer asociado a ellos). Uno de los problemas que tenemos en este sistema y que lamentablemente se repite en muchos otros es la falta de estrategia, la tendencia a poner en marcha programas, infraestructuras, ayudas y otros instrumentos de soporte sin haber analizado muy bien antes de qué manera van a contribuir al objetivo y si realmente son necesarios o no. El mismo instrumento en dos sistemas diferentes da resultados completamente distintos, y por tanto, bajo mi punto de vista la discusión no está en si el instrumento es válido o no (como bien dices hay demostraciones científicas de casi todo) sino de si es realmente lo que necesitamos y lo que nos va a reportar resultados.Un abrazoEva

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